¡Arriesgando por la pelota!

El niño protagonista se encuentra motivado por recuperar su pelota para poder seguir practicando con ella día a día. Se recorre todo el barrio jugando a patearla en cualquier dirección y nuestro trabajo consiste en ayudarlo a recuperarla cuando el tiro le sale demasiado mal y su juguete termina en los patios de los vecinos. Se intenta recuperarlo sin molestar a los vecinos, sin romper objetos y evitando que lo vean ya que es posible que en esos casos no quieran devolver la pelota. 

Vecinos como Gers y Beam, viejos conocidos de Jim, pueden aparecer recurrentemente ya que sus veredas son unas de las preferidas por el niño. Estos parecen enfurecerse en las primeras veces pero con el correr del tiempo ya no se preocupan tanto y suelen colaborar con Jim, pero cuidado, no todos los vecinos actúan de igual manera.

Luego de muchas molestias causadas y muchas reuniones planteadas por los vecinos que quieren colaborar con Jin, se espera conseguir un espacio para que no solo Jim, sino que todos los niños del barrio puedan jugar tranquilos sin preocuparse por los lugares en los que puede terminar su pelota ni las consecuencias, simplemente disfrutar del momento.